Camila 2020

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Un retrato hecho para mi Por: Clara Mojica

lunes, 24 de mayo de 2010

Los Bizantinos




El Imperio Bizantino
La Historia de la Otra Europa Medieval
Ensayo escrito por: María Camila Mojica

La transformación del Sistema Militar y Económico
LOS THEMAS

El Imperio Bizantino emergió como estado Cristiano tras la vertiginosa caída del Imperio Romano que terminó con la fragmentación de Roma en dos grandes regiones, Occidente y Oriente. Sus orígenes provenientes del Imperio Romano de Oriente marcaron una evolución del Estado debido a la posición geográfica que poseían. Las regiones de las cuales eran dueños, se caracterizaban por ser las más ricas porque eran las que trazaban las principales rutas de comercio, entre ellas la Ruta de la Seda, fueron tal vez las tierras más apetecidas por sus vecinos, Los Vándalos, Los Persas, Los Turcos, Los Musulmanes, Los Lombardos y Los Búlgaros.
Por ello, su historia se vio trazada por una serie de inalcanzables guerras por recuperar aquellas tierras que caían en manos de sus enemigos; por recuperar aquel sueño que Justiniano logro erigir, el mundo helenístico cosmopólita, cuyas fronteras dominaban gran parte de Europa Oriental, el Medio Oriente y África del norte.
Tras la pérdida parcial de las principales rutas de comercio el Imperio Bizantino perdió la fuente de ingresos que sostenía semejante empresa militar, que era la que protegía al Imperio de sus vecinos para que no se apoderaran de su pueblo y de sus tierras, y que en época de Justiniano fue la que evitó que Bizancio cayera como cayó el imperio romano occidental frente a los bárbaros.

La constante amenaza militar, y la pérdida de las rutas comerciales fueron las causas que llevaron a adoptar la agricultura como principal fuente de ingresos. 
La despoblación de las ciudades, las dificultades de la comunicación y de transporte en el comercio a causa de las incursiones hostiles y el fracaso de la autonomía administrativa agudizaron la crisis económica de los centros urbanos . 
Esto significó un cambio gradual, porque a pesar de que las invasiones extranjeras y las incursiones militares implicaban cambios abruptos en la sociedad bizantina, fue la emigración de las ciudades al campo lo que llevó a su total transformación pasando desde lo administrativo y lo militar, hasta llegar a lo económico.
Al principio fue el comercio y los ingresos que se obtenían de él, lo que les permitía obtener dinero para pagar a militares y mercenarios para que defendieran el imperio contra las tribus bárbaras y los persas, sin embargo tras el cambio gradual a la agricultura ya era necesario buscar otras maneras de defenderse contra ellos, y así fue como se impulsó el sistema de los Themas.  Esta era la unidad administrativa que se caracterizaba por darle mayor importancia a la población rural, es decir, el campesinado.
"Cada thema era conformado por un territorio dentro del cual se repartían tierras fiscales a las familias de los soldados bizantinos. Estas familias trabajaban la tierra con la obligación de armar un guerrero con todas sus armas y complementos, y de ponerlo a disposición del Estado en cualquier momento en el cual se lo necesitara. Los soldados junto con sus familias trabajaban la tierra de manera que produjera lo máximo posible, y cuando eran llamados para la batalla, siempre estaban dispuestos y armados, porque ese era el trato y porque ese era su territorio, al que debían defender con su propia vida."

Este cambio posibilitó el mejoramiento militar del Imperio Bizantino permitiéndole resistir a las continuas guerras desde el siglo VII, los themas tuvieron origen a finales del  reinado de Heraclio e introdujeron una serie de “cambios internos al Estado Bizantino, tal como fue el abandono  parcial del estado centralizado y la disminución del papel de la administración civil en las provincias a favor del ejército”    

La invasión árabe del siglo VII transformó bastante este mundo. Se perdieron Siria, Palestina y Egipto, con lo cual Anatolia, Capadocia y Tracia debieron ser cultivadas mucho más intensamente. Precisamente el cultivo se intensificó en Bizancio, tratando de obtener grandes resultados en poco terreno. La pesca adquirió mucha más importancia, ya que aunque en esa época ya era fundamental en la dieta, el pescado terminó suplantando en parte la enorme cantidad de trigo que se perdió por la invasión del Islam. Se debió luchar para recuperar tierras ante los eslavos en los Balcanes, para crear poblaciones productivas en dicha zona, que ahora volvía a cobrar extrema importancia.  Durante esos siglos las ciudades en general, salvo la capital, experimentaron un descenso de población y el campo acogió a muchas personas que querían y debían cultivar para alimentarse, producir y progresar en lo posible. Con ello se logró poco a poco un equilibrio muy delicado entre las muchas pequeñas y muy activas ciudades comerciales y las miles de aldeas productivas que rodeaban a éstas. 

El origen de los Themas se encuentra en la creación de los exarcados y las reformas al sistema militar, reformas que fueron impulsadas al inicio en el siglo VI por el emperador Mauricio quien fundó los dos primeros exarcados en Italia y África.  Éstos consistían en dos unidades administrativas y militares descentralizadas que buscaban responder con  mayor eficacia a los asuntos políticos en localidades, como Cartago y Ravena y los poblados aledaños, respondiendo así mismo a las invasiones e incursiones de los lombardos y bereberes en Italia y África respectivamente.  Ésto, vino acompañado en el siglo VII por una serie de reformas al ejército; inicialmente compuesto por soldados instalados en la frontera, batallones acuartelados en Constantinopla, mercenarios, formaciones militares móviles y hombres de tribus que luchaban cuando era menester (Foederati). Estos cambios graduales, que se volvieron más necesarios en la época de Heraclio, comenzaron en el siglo VII cuando se ordenó que los Foederati y los eslavos  fueran reclutados como fuerzas militares estatales y no como un cuerpo defensivo separado al militar.  Luego, siguió la Reforma del Sistema de Leva, que fue tal vés el cambio más importante que propició el inicio de los Themas, y fue la concesión de tierras a los campesinos libres a cambio  de que se inscribieran en el registro militar, ésto acentuaba el carácter local de la leva, debido a que cada región estaba obligada a suministrar cierto número de soldados que protegieran las zonas aledañas.
La concesión de tierras al campesinado libre fue una medida económica-militar que buscaba
darle mayor protagonismo al campesinado, puesto que ya era la agricultura y los impuestos que se generaban a partir de ella, la que aliviaba los altos costos del imperio, que no solo abarcaban la empresa militar, si no también la urbanística, religiosa y cultural.
Las nuevas constelaciones de aldeas que se habían levantado a partir de las ruinas o en los campos inhabitados, le asignaron importancia a la vida rural porque los impuestos agrícolas pagados por los campesinos eran la base de la economía bizantina, el pilar donde se apoyaba la política del Estado que se fundamentaba en la protección de las tierras militarmente y en algunos casos la protección de éstas mediante medidas diplomáticas.
En pocas palabras se mataba dos pajaros de un solo tiro, se obtenían recursos económicos al tiempo que se obtenía fuerza militar.  Del siglo VIII al siglo XI fue la época  que marcó el verdadero esplendor del ejército imperial y de la organización de los Themas. El imperio pasó de una fase defensiva a una fase más agresiva,  donde éste comenzaba su expansión gracias al crecimiento en la producción de alimentos y excedentes que contribuían por medio de los impuestos.  Esto comenzó tímidamente en el siglo VIII y se hizo realidad en el siglo IX, llegando a durar dicha expansión hasta la primera mitad del siglo XI.
El apogeo del campo se vivió en los siglos X y XI, cuando con la dinastía macedónica a la cabeza del imperio se conquistaban nuevas tierras en Asia Menor, en Italia y en Bulgaria, y se consiguieron muchos esclavos de origen árabe, sirio o turco que constituyeron la mano de obra más barata. 
Los Themas propiciaron el renacimiento macedónico puesto que posibilitaron una época expansionista, sin embargo, ella también constituyó un arma de doble filo, porque fue la que anunció la creación de nuevas clases militares y religiosas latifundistas, que desde el punto de vista económico y militar debilitaron al imperio y lo convirtieron en presa fácil frente a sus enemigos musulmanes, búlgaros, lombardos y turcos, puesto que al ser poseedores de grandes porciones de tierras, cada vez habían menos campesinos libres que se vieran obligados a prestar el servicio militar, y en vez de eso, y para liberarse de los fuertes impuestos que el imperio cobraba a los campesinos poseedores de pequeñas porciones de tierra preferían venderlas y trabajar como siervos a cambio de comida y algo de dinero. 

Esto propició la disminución del poder militar, lo que debilitó a Bizancio,  obligando a que fuera necesario buscar soldados mercenarios que no le debían lealtad a nadie para proteger las fronteras.

El tejido social de los bizantinos estaba descompuesto, la base de los themas, el campesinado libre estaba desapareciendo a favor del terrateniente, por lo que el soldado de los themas también había desaparecido, si no por completo en gran parte, y se debió recurrir a extranjeros para pelear, mercenarios que no fueron capaces de formar un ejército competente contra los turcos seljúcidas. La falta del campesino libre fue la causa de la caída de Asia Menor en manos seljúcidas, el fin del imperio del campesino libre. El comienzo del imperio del potentado.   


Bibliografía:

Rolando Castillo.Revisión y correcciones: Eva Latorre Broto, Campesinos libres y grandes terratenientes en Bizancio: Las columnas de dos imperios diferentes, www.imperiobizantino.com/grupal3/Roland%20castillo.pdf, Julio de 2004.

CHRYSOS, Evangelos: El imperio bizantino, 565–1025 (Enciclopedia del Mediterráneo, 21). Editorial Icaria, 2005.




[1]          CHRYSOS, Evangelos: El imperio bizantino, 565–1025 (Enciclopedia del Mediterráneo, 21). Editorial Icaria, 2005. pág. 46
[2]          Rolando Castillo.Revisión y correcciones: Eva Latorre Broto, Campesinos libres y grandes terratenientes en Bizancio: Las columnas de dos imperios diferentes, www.imperiobizantino.com/grupal3/Roland%20castillo.pdf, Julio de 2004, pág. 4.
[3]          CHRYSOS, Evange
los: El imperio bizantino, 565–1025 (Enciclopedia del Mediterráneo, 21). Editorial Icaria, 2005. pág. 41-43
[4]          Rolando Castillo.Revisión y correcciones: Eva Latorre Broto, Campesinos libres y grandes terratenientes en Bizancio: Las columnas de dos imperios diferentes, www.imperiobizantino.com/grupal3/Roland%20castillo.pdf, Julio de 2004, pág. 7-8.
[5]    Ibid, pág 9.
[6]    Ibid, pág 9

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