DICTADURAS
DEL CONO SUR
Por:
León Darío Marín Arenas, Ramón Salazar Prada, María Camila Mojica, Iván Andrés Arango
DICTADURAS
DE BRASIL
Regímenes autoritarios
(1964-1984)
El régimen militar que afrontó Brasil durante
la segunda mitad del siglo XX (1964-1984), fue un periodo sui generis. La democracia se vio restringida, pero los mandatarios
se elegían por votación, claro está que el mecanismo usado eran las elecciones
indirectas, un sistema electoral que permitía –en algunos casos modificar y–
controlar las elecciones para darle continuidad al régimen dictatorial.
Las
mayores restricciones se dieron en el plano de los derechos civiles, la censura
fue una constante en las medidas asumidas por los militares en el poder, la
libertad de prensa sufrió una gran constricción durante la dictadura y, sólo
los medios oficialistas –controlados por el régimen
militar–, tenían el monopolio de la información. El gobierno de los militares
controló las ramas del poder público (ejecutiva, legislativa y judicial), concentrando
el poder al servicio del régimen militar.
1. Antecedentes
Janio Quadros asumió la presidencia en 1960
en Brasilia, la nueva capital del país inaugurada un año atrás; pero el
gobierno de Quadros se interrumpió en 1961. João Goulart (vicepresidente de
Quadros), asumió como presidente, pero su mandato despertó una fuerte oposición
política.
Quadros y Goulart no pertenecían al mismo
partido político, en Brasil (durante la década de los años sesenta) se elegía
de manera independiente los candidatos a la presidencia y a la vicepresidencia.
Quadros intentaba con su renuncia volver al poder por aclamación popular o tras
la negativa del Congreso, que preocupados por las tendencias de izquierda de
Goulart no permitirían que este último asumiera el poder; pero la decisión de
Quadros no fue bien recibida por el legislativo y su mandato se vio
interrumpido. Tras la renuncia de Quadros, Goulart debía asumir como
presidente, pero éste se encontraba en viaje diplomático en China, por lo cual
fue necesario recurrir a una enmienda constitucional para instaurar un régimen
parlamentario, a la cabeza de Pascoal Ranieri (Presidente de la cámara de
diputados), lo cual limitaba los poderes del ejecutivo, mientras asumía Goulart
como presidente. Esta etapa fue conocida en Brasil como el sistema
parlamentario. Sin embargo, para 1963 se convocó un plebiscito con el ánimo de
pronunciarse sobre las modificaciones al sistema político. Lo decidido fue
concluyente, los brasileños rechazaron las enmiendas y se mostraron favorables
con el sistema presidencialista nuevamente, logrando que el poder de Goulart se
hiciese más fuerte pues ya no era sólo jefe de gobierno, sino que asumía
también como jefe de estado.
Las tendencias radicales de izquierda y la
victoria en el plebiscito de 1963 alarmaron a la oposición política de Brasil.
Goulart asumió políticas de nacionalización y acercamiento con los países del
bloque comunista. La junta militar provocó un golpe de estado la noche del 31
de marzo de 1964 y tomo el mando del estado brasileño bajo elecciones
indirectas que posibilitaban la continuidad del régimen.
2. Dictadura
El régimen militar estaba destinado a ser
transitorio, pero con la promulgación de la Ley Institucional de la Quinta
(Quinto Acto), que permitía las elecciones indirectas, cerrar el congreso,
despedir funcionarios sin expresar causa y suspender el derecho al habeas corpus. Con lo anterior, se dio
continuidad a los militares en el poder, consolidando así el régimen militar.
Tras el “milagro económico” (1968-1974) el régimen dictatorial gozó de gran
aceptación, lo cual legitimó sus acciones de gobierno.
La régimen militar, además de limitar el
sistema democrático, los derechos civiles y las libertades políticas, pasaron a
ser fuertemente condicionados por el régimen militar, aunque no se pueden
comparar con las instauradas en otras latitudes del continente, donde los
escándalos por violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura fueron
más álgidos. El sistema de partidos políticos se limitó a sólo dos: el partido
del gobierno militar Renovación Nacional Partido Alianza (ARENA por sus siglas
en portugués) y el partido de oposición Movimiento Democrático Brasileño (MDB).
Durante la régimen militar muchos disidentes e intelectuales brasileños optaron
por el exilio.
El período de 1964 a 1968, fue en el cual se
incrementaron más las cifras de procesados, muertos y desaparecidos. En los
años de 1967 y 1968, el Partido Comunista de Brasil (PC Do B) comenzó a preparar
la guerrilla de Araguaia, agrupación creada en el casco urbano que se
desplazaría para la zona norte del estado de Goiás, donde serían blanco militar
permanente por parte del Estado, que en tres campañas (siendo las dos primeras
en abril y septiembre de 1972, fueron un fracaso; mientras la tercera, en
octubre de 1973, traería consigo el exterminio aberrante de los guerrilleros)
de gran importancia, culminaría con esta agrupación. Igual fortuna tendrán los
intentos de agrupación creados entre 1970 y 1971: Var-Palmares, AP (Acción
Popular), PRT, ALN y VPR (Nercesian, 2006).
Para 1974, bajo el mandato del militar Geisel
se dan los primeros impulsos para el tránsito hacia la democracia, se depone la
censura, el Quinto Acto y paulatinamente se reconocen y protegen los derechos
civiles de los ciudadanos. João Baptista Figueriedo es el último escalón para
la democracia, en su mandato culmina el régimen dictatorial hasta que Sarney
asume el gobierno civil en 1985 (elegido en 1984).
2.1 Humberto de
Alencar Castello Branco
Jefe del ejército brasileño durante el mandato de João Goulart, participó
en el golpe de estado que depuso a Goulart el 1 de abril de 1964, el Congreso
lo nombró presidente por dos años, tiempo en el cual Goulart terminaría su
mandato y se daría paso a nuevas elecciones presidenciales. Una vez electo
presidente, Branco censuró las posturas de izquierda y abolió los partidos
políticos, tan sólo permitiendo la participación del ARENA y el MDB. El
mandatario militar suspendió la constitución y gobernó a partir de Actos
Institucionales.
Bajo el gobierno de Branco la economía de Brasil reportó mejorías,
destacándose la mayor participación del estado en la economía, el impulso a la industrialización,
así como la sustitución de importaciones.
En el primer acto institucional, Branco suspendió la elección directa de
presidente, facultad que recaía de manera indirecta en el Congreso, que al
momento estaba controlado por los militares, pues se había expulsado a los
opositores de izquierda.
Branco proponía una dictadura transitoria, pero limitando la
participación de los líderes de izquierda en las elecciones políticas, postura
que no compartían algunos militares, especialmente Costa e Silva, quien
sostenía que la dictadura debía durar a lo sumo diez años.
En 1966 se terminaba el mandato del presidente Branco. Para elegir a su
sucesor, se presentó una lista de candidatos (militares afines al régimen) al
Congreso para que determinara al nuevo mandatario. Se eligió a Costa e Silva
como nuevo gobernante, pero se extendió el período de Branco para promulgar la
Constitución de 1967, una carta política que limitaba el poder de la rama
legislativa y otorgaba más poder al ejecutivo.
2.2 Artur da Costa
e Silva
Artur da Costa e Silva resultó electo presidente (de manera indirecta,
tras votación del Congreso) en 1966, pero sólo asumió el cargo en marzo de 1967
tras la promulgación de la carta política de Branco. Tras un desacuerdo con el
Congreso (pues éste se negó a levantar la inmunidad del diputado Moreira Alves,
quien sostenía que debía producirse un boicot el día de las celebraciones
militares tras el escándalo de la marcha
de cien mi), decidió cerrarlo.
Tras la promulgación del Acto Institucional No. 5, se suspendida la
recién promulgada Constitución de 1967, pues aunque se creó por –y para– el
régimen militar, era menos coercitiva que las medidas adoptadas por el Presidente
Costa e Silva en el Quinto Acto Institucional.
Costa e Silva, para 1969 ideaba una norma que dejara sin vigor el Acto
Institucional No. 5, planeaba promulgar una nueva carta política en el
aniversario de la independencia brasileña (septiembre 7 de 1969), pero su
proyecto se vio inconcluso tras sufrir una accidente cerebrovascular. Costa e
Silva fue reemplazado por una junta militar a finales de agosto de 1969, hasta
que Emilio Garrastazu Médici asumió como presidente (por elección de la junta).
Costa e Silva no se recuperó del percance médico y murió en diciembre de
1969.
2.3 Emílio Garrastazu Médici
Médici asumió el cargo de presidente el 30 de octubre de 1969. Entre sus
principales medidas se destaca la re-apertura del Congreso, así como la
represión a ultranza de los líderes de izquierda, especialmente a los grupos
guerrilleros urbanos que se oponían a la dictadura, sobre los cuales ordenó se practicara
espionaje y tortura:
[…] casi todas las
organizaciones de lucha armada creadas entre 1966 y 1969, desaparecen durante
estos primeros años de la década del setenta, desbaratadas por los órganos de
represión política del gobierno militar o disueltas por sus propios militantes,
que no encontraban más camino posible a través de ellas […] (Nercesian, 2006,
p. 454).
Médici recurrió
a los préstamos internacionales para promover la construcción de obras
públicas. La construcción de viviendas y las subvenciones estatales hicieron
parte del llamado “milagro brasileño” (1968-1974), provocando un crecimiento
económico sostenido. “La aprobación social de la
dictadura se debía al auge económico que suscitaron los primeros años de los
regímenes dictatoriales” (Cannabrava, 1984, p. 8), sobre todo por parte de la
clase media trabajadora, que aumentó sus niveles de consumo a partir del
aumento de su poder adquisitivo (ver Gráfico No. 1).
La colaboración del sector extranjero en
término de recursos también se hizo evidente en otro aspecto. Una de las
primeras organizaciones –extralegal– de represión violenta en el país, fue
Operação Bandeirantes (OBAN), ubicada en Sao Pablo. Una organización que
recibió recursos por parte de multinacionales como “el grupo Ultra, Ford,
General Motors, entre otros. [Además de lo anterior,] la inexistencia de
estructura legal, le confirió gran movilidad e impunidad en cuanto a los
métodos utilizados” (Nercesian, 2006, p. 453).
Como lo plantea
Inés Nercesian, “casi todas las organizaciones de lucha
armada creadas entre 1966 y 1969, desaparecen durante estos primeros años de la
década del setenta, desbaratadas por los órganos de represión política del
gobierno militar o disueltas por sus propios militantes, que no encontraban más
camino posible a través de ellas. Lo acontecido se traduce, en palabras de
Norbert Lechner (retomadas por la autora), en la “evidencia de cómo la demanda
de revolución, en los sesenta y setenta, se transformó en una demanda de
democracia en los años ochenta” (pp. 458-459).
El auge económico que experimentaba el país
carioca se vio limitado por la crisis del petróleo en 1973, generando un
aumento significativo en la deuda externa de Brasil y provocando una fuerte
depresión económica en el país que se caracterizó por: el aumento en la
desigualdad entre ricos y pobres, desempleo e incremento de la pobreza y la
pobreza extrema. “La crisis económica que padeció Brasil se tradujo en una
crisis de autoridad y confianza, lo cual redujo la gobernanza del régimen
militar” (Cannabrava, 1984, p. 8).
Médici
fue sustituido (por votación indirecta del Congreso) por Ernesto Geisel en
1974.
2.4 Ernesto
Geisel
Geisel tomó el
mando el 15 de marzo de 1974, para un período pactado para cinco años. Geisel
asume el poder con la difícil tarea de reorientar las riendas económicas de
Brasil. Sus políticas económicas se enmarcan en el modelo de desarrollo respicé similla (mirar hacia los
similares) (Salomón, 2007), pues para sortear la crisis buscó alianzas
comerciales con los países de África y Europa, en detrimento de los acuerdos
comerciales con Estados Unidos.
Geisel intentó
una apertura democrática, pues entendía que el poder militar no podría mantener
la tutela perpetua de Brasil. Pero contrario a sus consignas, sus medidas
incrementaron la censura política y la libertad de prensa, incluso se
restringió la participación de los candidatos del MDB en las elecciones
parlamentarias de 1976, limitando su participación en público, es más la prensa
sólo podía informar el nombre y número de postulación de los candidatos.
El ambivalente gobierno de Geisel terminó con la
anulación del Acto Institucional No. 5. Geisel postuló como su sucesor a João
Baptista Figueiredo, un militar que
compartía sus posturas re-democratizadoras (limitando la participación de la
izquierda), quien resultó electo en 1978 y asumió el cargo en 1979.
2.5 João
Baptista de Oliveira Figueiredo
Figueiredo dinamizó
el sistema de partidos políticos de Brasil, levantando el bipartidismo que
regía desde 1966. Para 1981 el Congreso restauró las elecciones directas de las
entidades políticas menores. Los
ajustes de austeridad promovidos por el militar no reportaron mejoría para la
economía brasileña, por lo que no se hicieron esperar los movimientos en contra
del régimen dictatorial. En 1983, bajo el liderato de las centrales
obreras, se dio inicio a las manifestaciones pro-democracia, mediante el
movimiento "Diretas já" (Directas ya).
El Movimiento
Diretas já, pretendía restaurar las elecciones directas para presidente a
través de una enmienda constitucional, pero Figueriedo se negó a esta demanda.
Pero la oposición logró elegir a Tancredo Neves bajo las elecciones indirectas
(1984), poniendo de esta manera fin a la régimen militar.
El 14 de marzo
de 1985, Neves no pudo asumir el cargo por complicaciones de salud, el cargo de
presidente fue asumido por José Sarney, su vicepresidente.
La
condición de ser una dictadura sui
generis, radica precisamente, en las intrincadas relaciones que se gestaron
entre el Estado, bajo un represivo régimen militar, y los diversos actores
opositores (bien sean estos grupos guerrilleros –urbanos o rurales–,
agrupaciones y movimientos estudiantiles –con una alta participación femenina–[1] y
gremios de la sociedad civil en general). A la final, triunfará nuevamente la
esencia democrática, un proceso paulatino que cristalizó después de 1984.
3. Transición hacia la
democracia
El proceso de transición a la democracia
suscita un problema de gobernabilidad, pues existe una puja por el
reconocimiento de la autoridad, dificultando la capacidad de mando de los
factores reales de poder que se imponen bajo manifestaciones políticas. La
crisis de gobernabilidad se alimenta de la debacle económica que azotó al país
carioca a mediados de la década de los años ochenta (deuda externa, inflación,
pobreza, desempleo, entre otros) (Moisés, 1990, p. 20).
El tránsito hacia la
democracia abrió el abanico de actores y factores participantes en los procesos
políticos (agenda), permitiendo poner fin a la censura, reconociendo las
centrales obreras y sindicatos, inicio de la revisión de la legislación
electoral y fin de la Ley de Seguridad Nacional (Moisés, 1990, p. 22).
3.1 Constitución
de 1988
Con la Asamblea Nacional Constituyente de 1988,
se da fin a las medidas autoritarias, bajo el liderato de las centrales obreras
y los sindicatos se convoca a los actores políticos a elevar sus demandas
políticas a la nueva carta, en la cual se consagró la elección directa y
secreta de los mandatarios y la armonía de las tres ramas del poder público.
3.2 ¿Consolidación de la
democracia?
El
tránsito hacia la democracia debía superar dos circunstancias adversas para
consolidar el proyecto: (I) la cultura anti-política (de no participación) de
los brasileños y (II) la tradición político-institucional que privilegia la
participación de los cuadros políticos en los cargos públicos. En palabras de
Moisés: “La hipótesis aquí presentada implica un doble diagnóstico para el caso
de Brasil: por una parte, se trata de diferenciar el inmenso apoyo obtenido por
la propia idea de transición del enorme desaliento que hoy se verifica en
distintos sectores de la sociedad luego de la gestión del gobierno de Sarney”
(Moisés, 1990, p. 24).
La transición hacia la democracia que afrontó Brasil a
mediados de los años ochenta, no concluye con los gobiernos civiles, ni con la
promulgación de la nueva carta política, son logros importantes, pero no por
ello se puede hablar del retorno a la democracia, para consolidar un sistema
político democrático Brasil debe sortear –para la segunda mitad de los años
ochenta– dos obstáculos señalados por Moisés: cultura anti-política y tradición
político institucional.
BIBLIOGRAFÍA
Cannabrava F., Paulo (1984).
Brasil: un milagro desastroso. Nueva Sociedad (70). ISSN: 0251 3552. San José de Costa Rica.
Langland, Victoria
–Traducción de Martín, Tomás– (2009) . Entre bombas y bombones. Revista de Estudios Sociales, No. 33.
Año 60. ISSN: 0123 885X. Bogotá: Universidad de los Andes.
Moisés, José Álvaro
(1990). Dilemas de la consolidación democrática en Brasil. Nueva Sociedad (105). ISSN: 0251 3552. Caracas (Venezuela).
Nercesian, Inés (2006).
Organizaciones armadas y dictadura institucional en Brasil en la década del
sesenta. FERMENTUM. Revista Venezolana de Sociología y
Antropología, No. 046. Año 16. ISSN: 0798 3069. Mérida (Venezuela):
Universidad de los Andes.
Salomón, Mónica (2007). La Acción
exterior de los gobiernos subnacionales y el análisis de Políticas Exteriores. Trabajo
presentado en el 1º Encontro Nacional da ABRI, Brasilia.
ANEXOS
Tabla No. 1
Principales
Actos Institucionales de los Regímenes Autoritarios (1964-1984)
Acto Institucional No. 1
|
Se
consagra la elección indirecta del presidente (vía Congreso).
|
9/04/1964
|
Acto Institucional No. 2
|
Se
prohíbe el pluripartidismo. Para dar la sensación de democracia se permiten
dos partidos: ARENA (Del golpe militar) y MDB (de los disientes).
|
27/10/1965
|
Acto Institucional No. 5
|
Facultad
para cerrar el Congreso, suspender el habeas corpus y despedir sin causal
justificada a funcionarios públicos.
|
13/12/1968
|
Fuente: Elaboración Propia
Gráfico
No. 1
PIB Argentina y Brasil
Fuente: World Development Indicators
DICTADURAS
DE BOLIVIA
De la Revolución a los
regímenes autoritarios (1952-1982)
La
Revolución de 1952 y Bolivia
Bolivia se
ha caracterizado económicamente por ser un país
de explotación minera e hidrocarburos, los intereses de la clase
dirigente han estado ligados con la explotación de estos recursos naturales
importantes para la economía industrial de países como Norteamérica, un ejemplo es el petróleo y el estañó. Desde
1942, la misión americana Bohan planteó los nuevos lineamientos de una política
que se perpetuó hasta fines del siglo XX: fomentar las comunicaciones,
desarrollar la agricultura y la producción de hidrocarburos en el oriente.[2] La ley de los hidrocarburos fue apoyada por
los Estados Unidos y favoreció los intereses extranjeros en la explotación de
los recursos naturales. La economía boliviana se volvió dependiente de
USA a mediados del siglo XX. Para 1960, uno de cada tres bolivianos
dependía de la asistencia económica de USA.[3]
Por ello la
distribución y la explotación de la tierra ha sido desigual, concentrándose en
la mano de unos pocos y unas cuantas regiones. Según Rossana Barragán, La historia de
Bolivia ha sido la lucha de las regiones y no la lucha de clases.[4] Un ejemplo es la revolución de 1952
liderada por el MNR, esta contiene un gran significado simbólico porque buscó
la protección legal de los derechos indígenas, los derechos del trabajo y los
derechos sobre la tierra.
Aún así, las divisiones regionales en Bolivia fueron una las principales debilidades y fracasos de la revolución del MNR en 1952, ya que el aislamiento de los departamentos del oriente, permitió que en estas regiones hubiese una gran inversión extranjera y que grandes latifundistas se apropiaran de la tierra, lo que posibilitó, en estas zonas del país, la fundación de partidos de la oposición fuertes con visiones más progresistas, permitiendo que se construyeran movimientos contrarrevolucionarios y conservadores fuertes. [5]
Aún así, las divisiones regionales en Bolivia fueron una las principales debilidades y fracasos de la revolución del MNR en 1952, ya que el aislamiento de los departamentos del oriente, permitió que en estas regiones hubiese una gran inversión extranjera y que grandes latifundistas se apropiaran de la tierra, lo que posibilitó, en estas zonas del país, la fundación de partidos de la oposición fuertes con visiones más progresistas, permitiendo que se construyeran movimientos contrarrevolucionarios y conservadores fuertes. [5]
Para 1965,
la falta de afinamiento político del MNR convirtió el gobierno en un
instrumento del autoritarismo militar, el cual fue liderado por los
contrarrevolucionarios. Lo que llevó al establecimiento de
dictaduras represivas y colonialistas. El retorno de gobiernos democráticos se
dio en 1982, sin embargo las nuevas crisis y la corrupción endémica de los
partidos políticos como el conservatismo, el narcotráfico, la privatización
neoliberal y la fuerte depresión económica acabaron con lo que lograron los
reformistas del MNR.[6]
Centralismo y Regionalismo
Otra
característica de Bolivia para tener en cuenta con el estudio de las dictaduras
en el siglo XX, es la relación que se construyó entre el gobierno central y las
élites regionales del país. Puesto que
desde principios del siglo XX, la distribución de los recursos, los impuestos y
la inversión extranjera fue desigual y deben atribuirse a las políticas
liberales y a la capacidad económica de las élites de cada región. Esto posibilitó que económicamente el
gobierno, y por ende las dictaduras, tuvieran un gran control impositivo sobre
la sociedad, ya que desde lo económico administraban los recursos y los
empréstitos para las industrias consideradas nacionales pero que solo beneficiaban
a las élites.
La política impositiva sobre el
petróleo permitió construir y fortalecer las regiones en el marco de una
política estatal muy distinta a la aplicada a la minería. Así,
desde 1872 se estableció que todas las exportaciones se consideran recursos
"nacionales", y en función de este criterio toda la producción minera
fue considerada nacional, permitiendo incluso la subvención a varios
departamentos orientales; las regalías de la producción petrolífera se
concibieron de otra manera, lo que coadyuvó no solo al desarrollo de algunos
departamentos sino también, a sembrar, a mediano y largo plazo, un frente de
desequilibrios y desigualdades regionales.[7]
Participación de la Burguesía a partir de la
revolución de 1952
La acumulación de grandes proporciones de
capital al sector privado es debido y gracias en gran parte, a las dictaduras
militares que inician alrededor de la década de los 60. Estos gobiernos
dictatoriales fueron formados gracias a una coalición de partidos políticos
dirigidos por cúpulas empresariales, que tenían como se ha dicho, intereses
económicos privados.[8]
Estos regímenes de acumulación fueron modos específicos de regular las materias
primas de exportación, aun así, los mismo principios del régimen de acumulación
entran en sus contradicciones sociales, hacen a su vez, su ruina bajo la
estructura de poder y la hegemonía, que finalmente no puede cumplir con las
expectativas sociales y el no cumplimiento de sus funciones estatales.[9]
La revolución de 1952 es una fecha importante
para tener en cuenta. Se puede rastrear en este suceso lo que posteriormente
sería el periodo caracterizado por las dictaduras Bolivianas. Esta revolución
se desenvuelve bajo unos intereses burgueses previos, lo que provoca una
restauración de la oligarquía que ocasiona posteriormente las dictaduras
militares en Bolivia, además, provoca la recolonización de la economía por
parte del imperialismo Norteamericano.
La restauración de la oligarquía lucra al
sector privado, a pesar de que la Burguesía estuviera subordinada al capital
financiero internacional, tenía a su vez el poder de controlar negocios
privados, en especial, el sector minero, petrolero principalmente. [10]
La burguesía acumulaba capital gracias al
aparato nacionalista del estado, aun así, estos grandes empresarios que
acumulaban capital, empiezan a formular
una posición política intermediaria, es decir, empiezan a pensar un
estado Neoliberal, que no fue hasta el año de 1985 con el ADN Acción democrática nacionalista que toma
forma, sin embargo, los presidentes de la época neoliberal, son “fachadas”
para continuar con los intereses
privados. El sector privado a tenido un gran éxito en niveles económicos
gracias a su capacidad política, que ha venido desarrollándose desde el año de
1960, así como su fase ascendente con la dictadura de Banzer en la década de
los 70’s, la incorporación del estado neoliberal, y prosigue su cúspide con el
gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada en los años 90’s. Estamos hablando de
unos intereses burgueses que ha venido cambiando en el ambiente político, para
poder adaptarse a sus demandas de interés privado.
Algunas
particularidades de las dictaduras en la década de los 70.
El Coronel Banzer, asumió el poder en 1971
gracias a la coalición de los partidos tradicionales Bolivianos
(MNR y FSB) le da un golpe de estado a su predecesor Ovando-Torrez
que había llegado al poder gracias igualmente, a un golpe de estado, el
gobierno de Ovando-Torrez fue un
gobierno militar de izquierda, provocando gran agitación y dándole a Banzer la
oportunidad de asumir el poder. [11]
Banzer asumió el poder con una fuerte
dictadura, con el apoyo de las fuerzas armadas Bolivianas. En sus 7 años de
dictaduras deja incontables denuncias de atentados contra los derechos humanos,
su gobierno participo en el “plan cóndor” operativo de represión
anti-izquierdista, e impuso la “doctrina de seguridad nacional” con fines de
erradicar las ideologías de la política de izquierda, esta doctrina de
seguridad nacional produjo altas represarías a las organizaciones sindicales, a
los estudiantes y en general a todo
aquel opositor del gobierno. Este periodo también se caracteriza, por el auge
de la expansión de la economía nacional Boliviana, caracterizado por las altas
cotizaciones de las materias primas en el mercado internacional, Aun así, este
flujo del capital no fue administrado bajo parámetros sociales de inversión o
mejorar la infraestructura nacional, este capital término a manos de la cúpula
política y los sectores más allegados al régimen.
El gobierno de Banzer fue derrocado
sucesivamente por múltiples factores, uno de ellos fue la “huelga de hambre”
dirigida principalmente por mujeres que exigían elecciones electorales. Banzer
no tuvo otra opción que huir al exilio por la victoria fraudulenta de Juan
Pereda Asbún.[12]
El periodo correspondiente entre 1978 a 1982
fue una etapa de la historia Boliviana caracterizada por una extraordinaria
inestabilidad a todo nivel. Antes del golpe de García Meza hubo elecciones
fraudulentas, tres llamamientos a elecciones, cuatro golpes de Estado, el
nombramiento de dos presidentes interinos y la realización de nuevos comicios
electorales, finalmente García Meza entra al poder no gracias a un
levantamiento popular o un respaldo político, fue producto de múltiples asesinatos,
desapariciones forzadas y detenciones. Es por esto que la dictadura según los
autores, es la más violenta y represiva de cuantas hubo en la historia de
Bolivia. El gobierno de García Meza también se caracterizo por tener un
gobierno con altas cifras de corrupción, se le atribuye por tanto negociaciones
con actividades relacionadas con el narcotráfico, es por ello que a García se
le conoce como el “Narcodictador” su gobierno se torna inestable e insostenible
por la presión popular e internacional lo que provoca finalmente el
levantamiento militar, lo que produjo una sucesión de gobiernos inestables.[13]
BIBLIOGRAFÍA
·
Morales, Waltraud Q.Fuente, From
Revlution to Revolution, Latin Americanist; Mar2011, Vol. 55 Issue 1,
p131-144
·
Laserna
Roberto y Miguel Villarroel, 38 años de
conflictos sociales en Bolivia, Primera edición CERES, julio de 2008 la paz Bolivia.
·
Orellana
Aillón Lorgio, Cuba,
Nacionalismo, populismo y régimen de acumulación en Bolivia, segunda
edición, centro de estudios para el desarrollo laboral y agrario, Bolivia 2006,
en: http://www.cedla.org/sites/default/files/coyuntura11_1.pdf
consultado el Lunes, 01 de octubre de 2012.
·
Barragán R.,
Rossana, Hegemonías y
"Ejemonías": las relaciones entre el Estado Central y las
Regiones (Bolivia, 1825-1952), Íconos. Revista
de Ciencias Sociales; 2009, p. 40
[1]
Un acontecimiento particular en las décadas de la dictadura, fue el creciente
movimiento estudiantil y la particular vinculación de las mujeres al mismo. Se
muestra cómo para 1966, cerca de 300 personas asistieron al Sindicato Nacional
de Estudiantes, de los cuales el 10% eran mujeres. Dos años más tarde las
cifras aumentaron considerablemente, teniendo 712 participantes, de los cuales
22% eran mujeres (Langland, 2009).
[2] Barragán R., Rossana, Hegemonías y "Ejemonías": las relaciones entre el
Estado Central y las Regiones (Bolivia, 1825-1952), Íconos. Revista
de Ciencias Sociales; 2009, p. 47
[3] Morales,
Waltraud Q.Fuente, From Revlution to
Revolution, Latin Americanist; Mar2011, Vol. 55 Issue 1, p131-144, p. 138
[4] Barragán R., Rossana, Hegemonías y "Ejemonías": las relaciones entre el
Estado Central y las Regiones (Bolivia, 1825-1952), Íconos. Revista
de Ciencias Sociales; 2009, p. 40
[5] Morales, Waltraud Q.Fuente, From
Revlution to Revolution, Latin Americanist; Mar2011, Vol. 55 Issue 1,
p131-144, p. 134
[6] Morales,
Waltraud Q.Fuente, From Revlution to
Revolution, Latin Americanist; Mar2011, Vol. 55 Issue 1, p. 135
[7] Barragán R., Rossana, Hegemonías y
"Ejemonías": las relaciones entre el Estado Central y las
Regiones (Bolivia, 1825-1952), Íconos. Revista de Ciencias Sociales; 2009, p 41
[8] Orellana Aillón Lorgio, Cuba, Nacionalismo, populismo y régimen de
acumulación en Bolivia, segunda edición, centro de estudios para el
desarrollo laboral y agrario, Bolivia 2006, en: http://www.cedla.org/sites/default/files/coyuntura11_1.pdf
consultado el Lunes, 01 de Octubre de 2012. PP. 17
[9] Orellana Aillón Lorgio, Cuba, Nacionalismo… PP. 18
[10] Orellana Aillón Lorgio, Cuba, Nacionalismo… PP. 8-10
[11] Laserna Roberto y Miguel
Villarroel, 38 años de conflictos
sociales en Bolivia, Primera edición CERES,
julio de 2008 la paz Bolivia. PP. 27
[12] Laserna Roberto y Miguel
Villarroel, 38 años de … PP. 30
31
[13] Roberto Laserna y Miguel
Villarroel, 38 años… PP. 34-36
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