Soy como los puntos suspensivos de un silencio contenido,
un pensamiento interrumpido rebanado en rodajas finas,
la expectativa desesperanzada frente a la gran probabilidad de un final infeliz.
Soy el centro de baja presión de una tormenta,
que está a punto de convertirse en huracán,
la mentira dicha o la verdad callada de un secreto guardado en mil voces.
Una lógica rota, sin continuidad,
como un crochet que se descose ante la falta de un punto final.
Soy el vacío donde sobran las palabras,
el eco que no responde,
la pausa que pesa,
la falta del ruido que nadie se atreve a nombrar.
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