En Medellín hay lugares manchados por la vida, donde hombres y mujeres encuentran su espacio para trabajar, vender, beber, comer, respirar, putear, negociar, hablar, gritar y por qué no pintar.
Barrio triste es un lugar de Medellín escondido en el centro de la urbe al lado del poder, es un espacio que transgrede las normas de la belleza y las lleva a su máxima expresión a través de los motores, la grasa, el polvo, la gasolina, la maquinaria pesada, los carros y la gente. Es un lugar que quieren borrar pero que no se puede olvidar.
Es un universo manchado que se reescribe a sí mismo a través de la pintura para guardar en el recuerdo de los jóvenes ese espacio escondido y a la vez visible que nos recuerda quienes somos y de donde vinimos.
Fotos tomadas en #OCUPA con el liderazgo de www.facebook.com/jems.jems.9041