LA
CONSTITUCIÓN DE ATENAS
“Kratos y Demos”
Por:
María Camila Mojica Vélez
Las
prácticas políticas griegas han sido la fuente “teórico-práctica” de las sociedades actuales, las cuales rigen sus gobiernos bajo las nociones atenienses de libertad, justicia, ciudadanía, pueblo y
democracia. Los conceptos e
instituciones, construidos en la práctica y la filosofía
griega, durante múltiples periodos históricos como la época de Solón,
Písistrato, Clístenes y Pericles; muestran que “la democracia” y la cimentación
de los conceptos “ciudadano” y “pueblo” fueron construcciones históricas que
se forjaron poco a poco, de acuerdo a
las necesidades político administrativas de los gobernantes de la antigua
Atenas. Su estructuración, como
herramientas y principios del gobierno ateniense, se dieron a partir de las
contradicciones entre las necesidades y expectativas de la sociedad junto
con los pensamientos políticos y los
principios ético-sociales de los gobernantes.
A partir de este problema, se busca analizar mediante las nociones pueblo,
ciudadanía y democracia cómo las diferencias entre la teoría y la praxis se
lograron superar, o por el contrario, determinaron el fin de algunas
instituciones estatales de la Grecia antigua, transformando la democracia en un
sistema político directo o indirecto.
Con esto, se busca demostrar que la relación entre “demos” y “kratos”
no fue uniforme y, en contraste, desarrolló múltiples conflictos al interior de
la sociedad griega, cambiando constantemente la composición del Estado. La democracia ateniense transformó poco a
poco las instituciones y con ello su tipología porque fue orgánica y se definió
a sí misma múltiples veces.
Durante
el gobierno de Solón, la conformación del Estado tuvo una transformación
radical que permitió consolidar la democracia por primera vez gracias a la
abolición de la esclavitud por deudas.
Antes de la llegada de este gran político, poeta y legislador, el mundo
ateniense se gobernaba a través de regímenes oligárquicos que fortalecieron la
esclavitud a favor de los ricos y la clase noble; cualquier hombre que no
cumpliese con las contribuciones o los préstamos era susceptible de convertirse
en esclavo.
Los
nobles y los hombres que amasaban grandes fortunas eran los que concentraban el
poder de decisión, dirigían el gobierno, tenían la autoridad y determinaban
la dirección a seguir del Estado
en el campo político, militar y administrativo. Los mandatos eran de carácter vitalicio o
de 10 años y el Estado estaba compuesto de 3 magistraturas de carácter
monárquico, como el Rey, el Polemarco y el Arconte. En aquella sociedad antigua, la constitución
del Estado defendía los intereses y las libertades de los nobles, mientras
que la sociedad, por debajo de los
criterios de riqueza, era despojada de su libertad para pasar a ser
esclavizada.
Con
el pasar de los años y los siglos, el rico pasó a ser ciudadano. Los hombres
únicamente podían elegir y ser elegidos al costearse la armadura Hipólita,
tener más de 30 años, poseer al menos 100 minas libres de impuestos y parir
hijos legítimos. Participar de la
administración del Estado no solo era un asunto de “hecho” ya que se era rico
o pobre por sí mismo, sino una cuestión
de “derechos
adquiridos”, los ricos o nobles accedían a su ciudadanía mediante sus
riquezas con la compra de armaduras y la adquisición de propiedades. La clase noble, que alcanzó la ciudadanía, fue obteniendo
mayor poder a través de la elección de los Arcontes porque el título fue de
carácter vitalicio o de 10 años y los representantes de esta magistratura
pasaron de ser 1 a 9. La ciudadanía se
otorgó por las propiedades, la sangre y la participación en el ejército. Junto a esto, el Estado buscó fortalecerse a
sí mismo, a través de la creación de instituciones como el Consejo de los 401 y
el Aéropago.
Sin
embargo, las grandes diferencias entre
los ricos y los pobres propició mayor antagonismos en estos sectores de la
sociedad tornándola propensa a la guerra civil. El poder del Estado ateniense disminuyó
porque decreció un sector grande de la población libre que pertenecía a él; en
esta medida, no solo las instituciones podían fortalecer al Estado, era
necesario evitar que su población cayera en la esclavitud y emigrara a tierras
extranjeras.
Esta
necesidad llevó a Solón, durante su arcontado, a liderar una de las mayores
reestructuraciones al interior del Estado ateniense porque cambió la
Constitución.
Gracias
a esto, el concepto de ciudadano abría de transformarse enormemente, dándole
origen a la noción de pueblo en su relación con el Estado. Ya que
para tener una Atenas libre del poder extranjero, había que tener unos
ciudadanos libres, y para ello, era necesario un pueblo libre de deudas y
esclavitud. La libertad se transformó en
la principal característica de la sociedad griega. Solón
en uno de sus poemas dijo:
“Y a Atenas, a la patria que les dieran los
dioses, del exilio hice volver a muchos, esclavizados sin razón o con razón… Y al
que estaba aquí mismo en vergonzosa servidumbre, y temblaba viendo al amo de
mal humor, le di la libertad”.[1]
Según
el documento “La Constitución de Atenas”, escrita por Aristóteles, Solón “prohibió que se concertaran préstamos con la
garantía de la libertad personal, para ello tuvo que condonar las deudas de
todas las personas, tanto públicas como privadas”[2]. Mediante este tipo de cambios, se
reconfiguró la composición de la sociedad y cambiaron las relaciones de poder
que se habían tejido al interior de ella.
Con estos logros, en materia política, se superó las relaciones
erigidas, desde la antigüedad, entre los
“clientes”
y los “hectomoros”. Se dio paso
al surgimiento de nuevas clases sociales, nuevas instituciones políticas y
nuevas prácticas jurídicas. Los
Magistrados eran elegidos entre cada tribu, los tesoreros eran elegidos por sorteo,
el consejo del 400 estaba conformado por 100 miembros de cada tribu y el
Aerópago protegió las leyes.
Solón
fue el primer arconte que estableció la relación directa entre “demos” y
“kratos”, porque gracias a sus políticas creó un pueblo divido en clases
sociales y les permitió los estamentos censados[3]
de la sociedad participar de la administración del Estado a través de la
apelación y la intervención ante la injusticia. Solón dio origen a la democracia porque el
fortalecimiento del Estado ateniense así lo exigía, por ello censó a la
población y la dividió en pentacosiomedimnos, los caballeros, los yunteros y
los tetes. Así mismo posibilitó que las
clases sociales pudiesen acceder al poder de acuerdo a su nivel de ingresos,
sin embargo todas tenían acceso a la Asamblea y los tribunales. La incipiente democracia no era directa
para las clases más pobres, pero sin embargo podían apelar y elegir en ciertos
espacios políticos.
Después
de un corto tiempo, las guerras civiles no se harían esperar, puesto que dichos
cambios políticos habrían de demostrar que las relaciones al interior de la
sociedad ateniense eran turbias, debido a la multiplicidad de intereses entre
los ricos y pobres. La
relación entre “demos” y “kratos” no fue uniforme, y por ello, tras la salida
de Solón del Arcontado, la guerra civil estalló, las visiones del pueblo chocaban
a su interior, debatiéndose entre la oligarquía, la moderación o la vía
democrática, elegir un nuevo arconte se transformó en una utopía. Aquí surgió una de las primeras
contradicciones que generó la democracia en el proceso de elección de sus
principales representantes. Si el pueblo
NO los elegía, la democracia corría el riesgo de desaparecer y la constitución
de modificarse. Esto explica
porque Pisístrato tuvo que acudir a las armas para obtener el arcontado
nuevamente, a pesar de que defendía interesadamente las vías democráticas,
utilizó la fuerza para convertirse en tirano e imponer el tipo de gobierno que
creía más conveniente.
Pisístrato
utilizó la democracia, aparándose bajo el poder del partido diacrios,
para llegar al arcontado; pero al ser expulsado por los otros partidos,
utilizó las armas para imponer su poder
y con ello acabó con todos los logros construidos por Solón. El poder dejó de ser del Demos y pasó a las manos del tirano y sus descendientes, que
buscaron la forma de evitar que los campesinos participaran de la política
diseminándolos en el campo, entregándole tierras y asignándoles jueces
pedáneos. En el caso de la clase noble,
Pisístrato mantuvo buenas relaciones con ellos, con el fin de evitar su
traición, aunque la ley condenaba a todos aquellos que apoyasen las tiranías.
La
tiranía y la democracia son formas de gobierno que conciben de forma distinta
al pueblo y su relación con el poder, mientas que la primera lo miraba como un
instrumento que había que atender, mantener disperso y fuera del campo
político; la segunda lo entendía como la base y el centro del poder en la
ciudad estado, sin embargo, hay que entender que esta noción no incluía a todos
los habitantes de una comunidad, sino únicamente a los que poseían el status de
ciudadano.