jueves, 28 de mayo de 2009
Canjeen humanamente
En este país, el término canje humanitario tiene un significado totalmente contrario al determinado por la real academia de la lengua española. Literalmente se puede entender como el intercambio de seres humanos , sin embargo, la palabra humanitario va más allá, porqué también nos da a entender todo lo que implica la existencia del ser humano, específicamente todos aquellos derechos de primera generación que buscan proteger ese término llamado dignidad.
Pero aquí en Colombia y en el mundo le hemos dado otro significado a esa palabra "humanitario", primero porque según la opinión pública, el gobierno y los grupos al margen de la ley, para hacer parte de esa acción de intercambio que implica el canje humanitario, antes de ser humano se tiene que ser ex-congresista , ex-diputado, ex-gobernador, ex-aspirante a la presidencia y ex-militar de alto rango, si no, se entra a ser parte de los olvidados y desaparecidos de la memoria colectiva de este país, cuyo castigo va más allá de la muerte. Pues ya no se es un ser humano, si no un secuestrado que nadie recuerda para hacer valer sus derechos, quedándole como única opción, aceptar su destino y vivir sin libertad ni dignidad.
Esta valoración que se le da al "canje humanitario" es maquillado con los discursos de dignidad que ofrecen los medios de comunicación inspirado en aquellos valores divinos de la revolución francesa. Ya lo humanitario pasa a ser político, es decir, pasa a ser un manejo del poder a través de la palabra en pro de convencer a la opinión pública, que no es más que los mismos medios de comunicación.
Es necesario buscar un nuevo término que permita ser realista frente a los que está sucediendo en el país y llamar a las cosas como son. Lo que se busca entre el gobierno y los grupos al margen de la ley es el "canje político" no el "canje humanitario".
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