Protocolo
LAS VICISITUDES DEL
MODELO LIBERAL (1850-1899), Escrito por: Jorge Orlando Melo. Publicado en: Historia Económica de Colombia
Estudiante:
María Camila Mojica Vélez
El
texto analiza las transformaciones económicas que vivió la economía en la Nueva
Granada durante todo el siglo XIX.
Pasando comparativamente por el estudio de las políticas impuestas por
los gobiernos liberales y conservadores, el autor demuestra que el desarrollo
económico que vivió el país después de 1850 se debió a una consecuencia
económica del expansionismo del mercado global y del desarrollo de un mercado
interno autosuficiente y aislado. Para Jorge Orlando Melo, las políticas del Estado
no fueron un soporte consistente para el desarrollo de la economía, los
gobiernos conservadores y liberales pretendieron, en algunas ocasiones,
proteger la industria artesanal, y en otras, abrirse al mercado exterior a
través de los aranceles, los impuestos indirectos y directos. Sin embargo, las medidas no fueron
suficientes para: propiciar la producción de capital, el aumento de las exportaciones, la
transformación de los talleres a
industrias, el fortalecimiento y el desarrollo del sector agro-pecuario, la
producción de excedentes competitivos para la exportación hacia el mercado
exterior, la formación de una clase asalariada y el desarrollo tecnológico de
los instrumentos de producción. Las
políticas estatales tuvieron un papel secundario en el intento de
industrialización del país.
Las
características que definieron el mercado nacional durante el siglo XIX fueron:
·
El aislamiento económico de las regiones
especialmente entre la élite de los andes y la élite caribeña
·
El mal estado de las vías de comunicación
terrestre y fluvial convirtiéndose en un reto difícil consolidar un mejoramiento
de los caminos de herradura, las carreteras y las ferrovías
·
La formación y consolidación de mercados
locales autosuficientes que no dependían de la importación de productos para
satisfacer sus necesidades
·
La distribución de los habitantes a lo largo
del territorio a partir de la pequeña propiedad y la creación de cultivos
múltiples en pequeñas parceles gracias a la colonización familiar
·
La creación de haciendas por parte de la
élite a partir de grandes latifundios gracias a la usurpación de tierras públicas
por parte de los terratenientes a partir de medidas como la alteración de
límites, la compraventa y las herencias.
·
La NO consolidación legal de la propiedad
privada en el país debido al interés del
Estado por controlar las tierras públicas. La colonización solo pudo
redistribuir la tierra a partir de la asignación de baldíos, el repartimiento
de los resguardos indígenas, y la utilización fiscal de los baldíos por parte
del estado para tener poder sobre la tierra sin importar quien la habitase.
Estos
factores determinaron la NO formación de una clase asalariada sólida y sujeta.
Solo para autoabastecerse, la clase campesina trabajaba sus tierras y vendían,
al mismo tiempo, su mano de obra como
arrendatarios y aparceros en las haciendas.
Esto contribuyó a NO formar unos
trabajadores dependientes de una industria sino una clase campesina compuesta
por jornaleros rurales que eran pequeños propietarios y que buscaban
un complemento a sus ingresos.
La organización del trabajo rural se dio a partir de los agregados y
aparceros. Según el autor, “la posibilidad de mantener una mano de
obra sujeta dependía ante todo del cierre relativo de la frontera de
colonización —o sea, de las dificultades y costos de acceder a una parcela
independiente—, lo que se trató de lograr mediante la apropiación masiva de
tierras por parte de los propietarios.”[1]
Por otro lado el desarrollo del mercado exterior
se caracterizó por su gran rigidez gracias a:
- La restricción de la movilidad de la tierra (manos
muertas, “censos” no redimibles)
- La restricción de la mano de obra (resguardos,
esclavitud)
- Los altos costos de transporte
- La fragmentación regional de los mercados
- La existencia de un alto número de productores
autosuficientes
Las
necesidades de intercambio eran muy reducidas porque cada región era capaz de
producir una alta gama de productos y no existía un capital suficientemente
sólido como para competir abiertamente con las empresas y mercancías
extranjeras. Por otro lado, el
decaimiento en las exportaciones de metales de oro y el tabaco y el auge de la
quina y el café permitió mantener unas exportaciones que permitieron la
consolidación de pequeños capitales que fueron el motor del comercio exterior.
Sin
embargo, para el autor la minería en Antioquia fue el sector de la economía y
la industria que consolidó el desarrollo económico que abría de tener el país a
comienzos del siglo XX, porque
Melo, Jorge
Orlando, Historia económica de
Colombia, Las Vicisitudes del Modelo Liberal (1850-1899) , Bogotá, Siglo
Veintiuno Editores de Colombia ; Fedesarrollo, 1987. Consultado en: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/economia/histecon/histecon5a.htm
[1]